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FRACTURAS Y APLASTAMIENTO DE VÉRTEBRAS

¿Qué son?

Las fracturas vertebrales son roturas de vértebras que pueden ocurrir en cualquier región de la columna, siendo más graves en función de la región y si se daña la médula espinal.

Fracturas y aplastamientos vertebrales.

Cómo se pueden producir las fracturas o aplastamientos de las vértebras.

Algunas regiones tienen poca movilidad por este motivo tienen mayor facilidad de sufrir fracturas o aplastamientos. Veamos cuando ocurren:

  • Contusión directa sobre la vértebra. Se fracturarán las apófisis espinosas o las apófisis transversas.
  • Las más frecuentes son las fracturas por compresión. Se produce un aplastamiento de los cuerpos vertebrales producidas por caídas en alturas: 
    • De cabeza. 
    • Cayendo objetos sobre los hombros. 
    • Cayendo de pie o golpeándose en el suelo con los pies o las rodillas.
  • Las personas con osteoporosis pueden padecer de estas lesiones sin traumatismos.

Tipos de fracturas vertebrales

Indistintamente del factor externo por el que ocurra, estos aplastamientos se producirán de diferente forma, por:

  • ESTALLIDO: se produce el hundimiento de todo el cuerpo vertebral con pérdida de su altura.
  • FRACTURA DEL PLATILLO INFERIOR Y SUPERIOR DEL CUERPO VERTEBRAL: manteniéndose equidistante del resto de las vértebras.
  • ROTURA DEL PLATILLO SUPERIOR O INFERIOR únicamente.
  • FRACTURA PARCIAL DEL CUERPO VERTEBRAL: se produce un acuñamiento del cuerpo vertebral del vértice anterior habitualmente a expensas del platillo superior que además normalmente se acompaña de un cierto cizallamiento.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace a través de una radiografía, en ella se observará la lesión y su magnitud.

Radiografía vertebras

¿Y ahora qué?

Son dolorosas y aunque el dolor puede desaparecer en pocos días precisan de tratamiento, sino habrá una disminución de la altura y posibles problemas neuronales distales como la disminución del canal vertebral o la disminución a nivel de las salidas de los nervios.

Tratamiento

En la fase de dolor se realiza reposo absoluto de 4 a 7 días.

A partir del séptimo día se inicia la fase de bipedestación e inicio de la marcha con un corsé, los más habituales son el corsé de Jewett o marco de hiperextensión, corsé de Málaga, cruciforme, de poliuretano… de forma permanente.

A la sexta semana se inicia la reincorporación a la vida normal dejando poco a poco la ortesis durante unas 2 semanas más llevándose un total de unas 8 ó 10 semanas.

Una vez pasado este período y poco a poco, deberemos fortalecer la musculatura que soporta esta región, ello evitará un deterioro postural y físico, pauta con ayuda de un especialista ejercicios que te ayuden a ello.

Cirugía

Cuando el tratamiento falla o bien existen otros problemas asociados puede decidirse realizar una intervención quirúrgica. Se trata de fusionar las vértebras afectadas, reduciendo su movilidad, pero aliviando el dolor y asegurando que la médula no pueda afectarse en el futuro.